¡Se merece un Oscar! Ésa es la conclusión a la que llegará después de leer esta historia. En este artículo, aprenderemos cómo este adorado cabo convirtió un simulacro de rutina en un evento alegre y memorable. En Puerto Mott, Chile, un equipo de socorristas y estudiantes de medicina se reunieron para un ejercicio de entrenamiento que involucraba un estudio en escena: una simulación. сoɩɩіѕіoп entre un vehículo y un ciclista. Como parte de la simulación, un actor interpretó el papel de un ciclista colocado en el grupo para simular la escena del accidente. Inesperadamente, un perro local llamado Gigate se dio cuenta del ejercicio de entrenamiento y decidió participar. Gigaпte se unió al escenario, añadiendo sorpresa al ejercicio de entrenamiento. La presencia del amado capipe trastornó lo que inicialmente era una simulación seria de un momento conmovedor y alegre para todos los involucrados. Después de que el actor que interpretaba al ciclista enjaulado se tumbara en el suelo, Gigate decidió participar y, en broma, también fingió estar muerto.
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